Si
alguien hace pública su opinión sobre el gobierno municipal, sobre la gestión
que realizan las diferentes delegaciones, pues a correrlo a gorrazos o minusvalorizar
el trabajo y su escarnio público. Que te muestras a favor de ello, pues eres un
adjunto al ideario y te aprovechas de los réditos de la opinión; que te
muestras en contra, peor. Entonces los calificativos suben el tono y lo que
eres es un resentido, al que han quitado la mamela y no tienes mayor
preocupación que mostrar la ofuscación por ello. O sea, aquí te llevan al
tercio de varas, sin que nadie mal interprete el sentido de la frase, sin
estudiar el ámbito en el que se desarrollan los comentarios, y el picador de
turno, al que no hay maestro que le diga lo que tiene que hacer, te mete un
puyazo en todo lo alto con el fin de sigas humillándote ante sus magnificencias
y por el valor de ser poseedor absoluto de la verdad.
Lo
medios de comunicación han prestado siempre una extraordinaria atención a todo
lo referente con el mundo de las cofradías. Han informado con puntualidad sobre
cultos y actos que organizaban las hermandades, sobre los itinerarios y los
estrenos que esforzadamente realizaban. Unos años acá, hay un sector de la
prensa sevillana, que viene realizando una gran labor en la difusión y propagación
de cuánto sucede en la vida cotidiana de las hermandades y cofradías. Entiendo
que a nuevos tiempos, nuevos métodos. Hay que adaptarse a las nuevas
tecnologías y a una demanda informativa que exigen los lectores, oyentes o
telespectadores. Y la verdad, la mayoría lo hace con una dignidad absoluta, con
una profesionalidad que les honra, con una limpieza extraordinaria. Y éso que a
veces me cuesta entender lo que interesará que el secretario o un prioste se
compren un coche, se vayan de vacaciones a Venecia o frecuenten un lugar de esparcimiento.
Lo
que no es de recibo es la vulgarización y las malas artes de algunos,
intentando imitar a los que realmente lo hacen bien, en sus comentarios y sus
afirmaciones, sacando a la luz pública verdades a medias, que todos sabemos lo
que terminan siendo, tergiversando una declaración o sacando punta a unas
palabras que emiten con la sinceridad y honestidad de quienes van a las
cofradías a servir, que suelen ser a los que atacan, y no a los que van a
servirse, que curiosamente son alabados y bendecidos e incluso suelen terminar
cayendo bien, aunque hayan dejado una roncha económica insuperable, en varios
mandatos, o la vida de hermandad resquebrajada, partida. Hay algunos que
confunden la verdad, o la mal interpretan, que es peor.
En
las redes sociales suele pasar lo mismo. No. En las redes sociales es peor. Ahí
no hay límite. Se injuria con gratuitidad, se vilipendia y se libela a
discreción. Se insultan a personas que no tienen otro pecado que decir lo que
piensan, con honestidad, que no esconden sus sentimientos, que son tan
sencillos que hablan con el corazón. Ahí van a degüello. En la mayoría de los
casos, asómbrense, sin tener idea de lo que tratan. Nada importa la gestión que
puedan realizar, ni la labor pastoral que implantan en sus hermandades, ni
otorgan valor, con las estrecheces que se viven en los actuales momentos, a las
partidas que dedican a socorrer, no sólo a sus hermanos, sino a casi todos los que
llaman a las puertas de una casa donde se socorre al hambriento, se da de beber
al sediento y arropa al harapiento. Y que cada uno entienda lo que quiera.
No
es de recibo que se maltrate a quienes vienen a cumplir, por muy tópico que
pueda parecer, con los mandatos de Cristo. Hay que saber qué se hace en las
hermandades, cómo se trabaja en ellas, cómo desarrollan y se las ingenian para
mantener viva una comunidad, en la que no se obtiene otro beneficio que la de
compartir y sentir la fraternidad que nos ha sido enseñada por Cristo. Parece
que todo es criticable. Debe ser el desconocimiento. Algunos realizan citas evangélicas
que apegan a sus intereses para la denostación, pero que no ejecutan. La
asistencia social de mi hermandad dedica una gran parte del presupuesto de la
misma a socorrer y auxiliar a nuestros HERMANOS, que suelen ser en su mayoría personas
que NO figuran en la nómina de hermanos. Varios cientos de miles de euros que
hacen posible la normalidad en esta anormal situación por la que atravesamos. Y
ésto no es faltar a la citación evangélica, que
lo que haga tu mano izquierda que no lo sepa tu derecha. Ésto sencillamente
son datos que deben conocerse para no entablar discusiones baladíes, para que nadie
se lleve a engaños con la publicación de las estadísticas económicas, ni
tergiverse las manifestaciones de los que tienen el honor, pero la gran
responsabilidad, de dirigir las hermandades, que no hace falta recordar que ya
ha habido algunas, en las que no se han presentado candidatos para efectuar el
relevo. Por algo será.
Valoren,
quienes tengan que valorar, lo que significa esta dedicación de las cofradías
sevillanas. Vayan al fondo de estas actuaciones y simplifiquen sus críticas.
Que todo es muy fácil. Lo difícil es perder el tiempo buscando los tres piés al
gato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario